Romería de la Virgen de la Cabeza a la Ermita del Zalabí

Trayecto desde la parroquia de Exfiliana a la Ermita del Zalabí:

Este día celebra el pueblo de Exfiliana sus fiestas patronales. La comunidad participa de lleno en la romería. Cuatro vecinos del pueblo son elegidos mayordomos y son los que se encargan de organizar la fiesta; mayordomos que cambian todos los años. Todos los vecinos participan de alguna forma, al asistir a los actos religiosos y festivos: La Virgen es de todos y representa a todos por igual. Estas fiestas cuentan con la presencia de autoridades religiosas, civiles y militares. En la puerta de la parroquia esperan que salga la Virgen para acompañarla hasta su santuario. Carrozas engalanadas acompañan a la de la Virgen, tirada por una pareja de bueyes. Delante de la carroza de la Virgen, van las carrozas de las reinas de las fiestas, sus cortes de honor, etc. Detrás, coches y personas a pie.

 

Los romeros de Exfiliana, desde la construcción de la ermita, realizan un recorrido nuevo, más corto y de mejor acceso. Anteriormente tomaban el camino viejo, seguramente vía antigua de comunicación entre Guadix y el Zalabí, en dirección de Almería. Por este camino, los romeros marchaban a pie y en caballerías, portando la imagen de la Virgen a hombros.

En la explanada de la ermita, se celebra una misa oficiada por el cura párroco de Exfiliana. Frente al altar se sitúan la carroza de la Virgen y la hornacina de la Virgen de Jérez.

Terminados los actos religiosos, los romeros buscan un lugar adecuado para comer o se acercan a los chiringuitos instalados en la explanada. El buen yantar y la fiesta, si el tiempo no lo impide, debajo de algún pino, se prolongarán hasta las cinco de la tarde. En este momento, comienza la salve, con la que se despide a la Virgen de Jérez. El regreso es por el mismo camino de llegada. Al pasar por la iglesia de Albuñán, como más tarde por la de Jérez, los romeros y los vecinos asistentes cantan las respectivas salves. La Virgen de la Cabeza de Jérez permanecerá en su ermita hasta el año siguiente, que de nuevo será sacada en romería el último domingo del mes de abril.

Varios son los pueblos que celebran la Virgen de la Cabeza, en el Marquesado del Zenete, incluso alguno como Cogollos de Guadix que, perteneciendo a los Llanos del Marquesado, no fue de la jurisdicción del señorío. Por ejemplo, Cogollos celebra su propia romería. También Ferreira celebra su fiesta de la Virgen de la Cabeza. Lo que demuestra que la Virgen de la Cabeza es reconocida como protectora de los Llanos del Marquesado. La devoción por los contornos también es grande.

Trayecto que va de Jérez del Marquesado a la Ermita del Zalabí.

La familia X, unos días antes, se reúne para elegir al familiar que llevará la hornacina con la Virgen y que presidirá el recorrido hasta la ermita del Zalabí. El familiar designado debe ser una joven, siempre una mujer. La joven va ataviada con el vestido típico de la zona y recorre todo el trayecto a lomos de un caballo, portando siempre la Virgen. Ella será la encargada de recibir la imagen de Exfiliana; en la carroza en que es traída la imagen desde Exfiliana, sube la joven de Jérez y juntas dan algunas vueltas a la explanada. Posteriormente, la joven con la imagen presenta la imagen a los devotos para que aquellos que lo deseen puedan besarla.

En la ermita de Jérez se van agrupando gentes con caballerías, alguna carroza y niños ataviados con el traje típico. Es el lugar de reunión para aquellos del Marquesado que deseen acompañar a la Virgen hasta el Zalabí. Son muchos los curiosos que observan la comitiva, aunque no vayan a la romería. Esta pasa por delante de la iglesia, sin entrar en ella, dirigiéndose por las calles del pueblo hacia el pueblo vecino de Albuñán.

Los vecinos de Albuñán esperan la llegada de la comitiva. Cuando pisa los umbrales del pueblo, las campanas se lanzan al vuelo para anunciar su llegada. Nuevos romeros, con caballos y coches se unen. Se toma entonces el camino en dirección al Zalabí. El camino es aceptable para las caballerías, no tan bueno para los coches.

La romería atraviesa la vega de Albuñán para dejarse caer sobre el río Verde. Dejado el río, tomando un camino entre los almendros, a dos kilómetros, encontramos la ermita del Zalabí.